Las fachadas de los edificios junto al mar sufren mayor deterioro que aquellos otros de interior debido a la incidencia del salitre. Más si cabe en superficies metálicas expuestas como ocurría en el caso del Real Club Marítimo del Abra; un edificio de 1976 a los pies del mar que presentaba un deterioro generalizado con pérdida de brillo en los perfiles de acero longitudinales y verticales revestidos en color blanco.
Había una presencia de óxido importante en zonas localizadas como esquinas, vértices, alas, puntos de soldadura y también en aquellos donde podía acumularse agua, una patología muy común en las superficies metálicas.
Durante el diagnóstico previo se detectó que, probablemente debido a tareas de mantenimiento, varios puntos de la estructura habían sido repintados con un producto de escaso espesor de película y que se levantaba con facilidad al haber falta de adherencia entre capas. Por tanto, se procedió a tomar muestras para analizarlas en nuestro laboratorio mediante un sistema de infrarrojos, para verificar la compatibilidad del sistema de pintado que se iba a emplear.
TRATAMIENTOS PREVIOS
Se prepararon las superficies mediante un cepillado mecánico en todos los puntos donde se apreciaba corrosión, alcanzando un nivel de preparación superficial ST3, además de una limpieza con disolvente universal (D-45) en los puntos que presentaban grasa, ceras, siliconas o cualquier otro material que impidieran la correcta adhesión.
SISTEMA DE PINTADO
Con la superficie preparada se procedió a aplicar el sistema anticorrosivo recomendado:
